Argumento


En El Salvador, la violencia y la persecución contra las mujeres desde que se penaliza el aborto el 20 de abril de 1998 es como el polvo que se esconde bajo la alfombra de una casa para que todo parezca perfecto y maravilloso hasta que de tanto hacer lo mismo la pila de polvo empieza a hacerse evidente, sin dejarnos otra salida que ver debajo para saber qué pasa, qué hay ahí.

Este será un documental coral donde los personajes nos permitirán adentrarnos en un país que niega su propia realidad y que prefiere ocultarla. Desde un seguimiento íntimo de las historias de Manuela, María Teresa y Guadalupe, tres mujeres acusadas de aborto y condenadas hasta a 40 años de prisión por Homicidio Agravado, sabremos ¿cuáles son las consecuencias de esta ley en la vida de las mujeres salvadoreñas a corto, mediano y largo plazo? Construyendo con sus voces el retrato de una problemática que ha llevado a la cárcel a más de 49 mujeres en los últimos años y que polariza a toda una sociedad.

Manuela representará la pena máxima de esta condena social y legal en un país donde predomina la doble moral. De ella, sólo queda una tumba, allá, en lo alto de una colina solitaria del caserío donde vivía con sus padres e hijos. 

Ella murió esposada a una cama en la sección de reos del Hospital Nacional Rosales mientras cumplía una condena de 30 años de prisión por aborto. Investigaciones posteriores demostraron que dicho aborto fue espontáneo, provocado por el cáncer linfático que padecía y para el que nunca recibió tratamiento. Su madre, a pesar de la lucha que emprendió en 2010 con el apoyo de una organización de mujeres para buscar que el Estado respondiera por lo que hizo a su hija, hoy se cuestiona si ¿Debería seguir luchando o continuar con su vida dejando atrás lo que sucedió a Manuela? Mientras el gobierno intenta dejar de lado su responsabilidad, ignorando la realidad y asegurando que todo está bien, que nada pasa y que los derechos de las mujeres no se violentan a diario.


María Teresa será el reflejo de una sociedad que condena, que juzga, pero que nunca pregunta ¿qué pasó? Ella despierta todos los días en una cárcel, con la sensación claustrofóbica del encierro, cientos de ojos mirándola sin tregua y con la percepción de que las paredes van encogiéndose con el paso del tiempo. Su anhelo es uno sólo: volver a ver a su hijo de 6 años, David. Ese niño que dejó con su suegra, que es su única familia, tras la sentencia de un juez a 40 años en prisión por homicidio agravado luego de ser denunciada por aborto. Para sobrevivir la espera, ella teje flores de colores con lana que va pegando en la pared de la celda, que comparte con otras mujeres, para tener un jardín en medio de muros y barrotes.


Guadalupe representará la lucha y el coraje de seguir adelante a pesar de lo que los demás digan, de lo que toda una sociedad diga. A través de sus ojos veremos ¿Qué pasa después de salir de la cárcel? ¿Cómo se sigue con la vida? ¿Cómo se hace para cumplir los sueños? Siendo la única mujer indultada por aborto en El Salvador, su historia marca un antes y un después, en un mundo que no para de juzgar, de señalar. Durante los 7 años y 3 meses que estuvo en prisión, de los 30 a los que fue condenada por aborto, se graduó de bachiller y se trazó una meta: ser abogada. Su objetivo es defender a otras mujeres que atraviesan la misma situación vivida por ella en carne propia. El proceso no es fácil, pero no se rinde.

Desde sus cotidianidades, dolores, soledades, ausencias, dinámicas de supervivencia, anhelos y sueños nos enfrentaremos a nuestra realidad y a una problemática que se agudiza día con día. Generando, a través de cada caso, un debate desde diferentes ópticas y partiendo de los cuatro juicios de valor que existen en torno al tema: el legal, el médico, el religioso y la opinión pública. Dejando que al final del documental surja una pregunta ¿qué harías y qué sentirías si fueras TÚ?




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